A una semana de las elecciones presidenciales en EEUU, las mesas de inversión computan múltiples resultados en un complejo tablero de ajedrez donde la probabilidad de una barrida demócrata es elevada. Un contexto que de materializarse promete sumar un nuevo riesgo a la baja para la bolsa americana tras la montaña rusa de este año. Al fin y al cabo, una victoria del expresidente Joe Biden, donde su partido controle ambas Cámaras del Capitolio, augura un inminente aumento de la fiscalidad, especialmente para las multinacionales y los inversores más acaudalados.
En estos menesteres, la atención vira a la propuesta de Biden de elevar el impuesto a las ganancias de capital y dividendos desde el 23,8% actual al 43,4% para aquellos individuos y familias que ingresen más de un millón de dólares. Esta decisión, que probablemente sería más fácil de implementar si los demócratas recuperan el Senado y retienen el control de la Cámara de Representantes, puede provocar que muchos inversores opten por vender y recoger beneficios antes de que termine el año si las urnas le favorecen el 3 de noviembre.
De hecho, las ventas motivadas por el anticipo de un aumento del impuesto a las plusvalías probablemente serían más pronunciadas entre el sector tecnológico y los valores que acumulan una mayor rentabilidad este año. Algo que amenaza a su vez con lastrar al S&P 500 entre noviembre y finales de año.
"Podríamos ver un impacto temporal en las últimas semanas de 2020 si los inversores optan por recoger lo cosechado y pagar así impuestos sobre dichas ganancias en el año fiscal en curso, dado que asumirán que los niveles fiscales serán mucho más favorables", reconoce a elEconomista, Eddie Perkin, estratega jefe de renta variable en Eaton Vance. Según indica Perkin este escenario "podría ejercer presión a la baja sobre algunos de los ganadores de la bolsa este año, incluidas las tecnológicas de gran capitalización".
Ganancias de los 'gigantes'
En 2020 Apple acumula un rendimiento del 56%, Amazon sube un 74% mientras Microsoft y Facebook se han revalorizado más de un 30%. Otros como Tesla o Zoom Video Communications, han incrementado su valor en casi un 400% y un 668% respectivamente. El S&P 500 acumula una rentabilidad del 5%.
Todo ello en unos meses como noviembre y diciembre, que tienden a postularse como los mejores meses para la bolsa americana, con una ganancia media del 1,34% y 1,57%, según CFRA. Precisamente su estratega jefe, Sam Stovall, coincide con su homólogo en Eaton Vance y reconoce a este periódico como una posible barrida demócrata la próxima semana "aumentaría la probabilidad de una caída en los precios de las acciones, ya que los inversores que han generado fuertes rendimientos desde los mínimos del pasado 23 de marzo buscarán fiscalizar sus ganancias con la tasa impositiva más baja posible".
Tradicionalmente, en los episodios en que los demócratas han hecho triplete electoral haciéndose con el control del Capitolio y el Despacho Oval, el S&P 500 respondió con una caída media del 2,1% durante el mes de su victoria (noviembre). En 1948, tras la victoria Harry S. Truman, y en 2008, tras el triunfo de Barack Obama, la debacle fue más intensa, de hasta un 10,8% y un 7,5% respectivamente.
"Normalmente, cuando se produce una barrida electoral de un solo partido, el mercado responde con ventas", apunta Matt Gertken, estratega y vicepresidente de BCA Research, quien destaca, eso sí, que en el caso actual, una victoria demócrata llegaría acompañada de una importante "agenda reflacionaria".
La posibilidad de que el impuesto sobre las ganancias de capital sobrepase el 40% no implica que las ventas potenciales vayan a tener efectos generalizados en el comportamiento de los inversores y desalienten el atractivo general del mercado de renta variable estadounidense. Como señala Perkin "el impacto no debería ser duradero dado que un gran porcentaje del mercado de valores está en manos de inversores que no enfrentarán esta subida a corto plazo, como es el caso los fondos de pensiones y los planes 401(k)".
Al respecto, probablemente un aumento del impuesto sobre la renta de los estadounidenses así como el incremento del impuesto de sociedades, que Biden apuesta por incrementar desde el 21% actual hasta el 28%, podrían afectar más a la bolsa americana a medio plazo. La campaña del ex vicepresidente también busca duplicar la tasa sobre los ingresos obtenidos por las filiales extranjeras de las empresas estadounidenses desde el 10,5% al 21%. Para 2024, la promulgación de las medidas fiscales propuestas por los demócratas reducirían en un 4% los beneficios estimados para el S&P 500 en comparación con las perspectivas actuales, según Goldman Sachs.